Desde los refugios se hace un trabajo excelente pero hay unos horarios, mucho trabajo y otros animales a los que cuidar, en este sentido, nunca podrá ser lo mismo vivir en una casa. Aún nos hace sufrir más aquellos peludos enfermos o los más "abuelitos" que, a pesar de recibir un inmenso amor y atención médica adequada en una protectora, no encuentran familia y algunos acaban sus días en un refugio. Una pequeña reflexión empujada por la reciente pérdida de WEST.
WEST se ha ido pero nos ha dejado un gran legado en forma de muy buenos ratos, de grandes e irrepetibles momentos, que ahora más que nunca echamos en falta, y lo que más nos duele es que nadie haya podido acogerlo cuando la vejez llamaba a su puerta. Sólo tenemos palabras de agradecimiento por el recuerdo que nos deja y por el admirable trabajo que han hecho los amigos de la Protectora de Cabrils, donde lo trataron con un trato exquisito hasta sus últimos días. Él, como tantos otros peludos que nos han dejado, se merecen que los recordemos ahora y siempre porque han formado parte de nuestras vidas, como personas comprometidas con la protección y bienestar animal, más allá del cariño a los peludos que tenemos en casa. Con estas líneas y una breve recopilación de imágenes en formato de vídeo queremos inmortalizar un humilde tributo con algunos de los momentos que hemos compartido con él, gracias WEST para hacerte querer tanto.
Aprovechamos para recordaros que en la protectora de Cabrils siguen esperando una nueva vida otros encantos de cuatro patas, si deseas ampliar la familia visitalos, lo puedes hacer cualquier día del año de 9 a 13h - http://protectoracabrils.org/.
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